¿Existe el doping en los deportes de montaña? (I)

Primer capítulo de esta serie que pretende radiografiar la situación del dopaje en las actividades de montaña. Lluís Giner, el director técnico de la FEDME, nos detalla las líneas básicas del control de esta práctica en nuestro país.

Artículo original redactado para Desnivel por Darío Rodríguez, entrevistando a Lluís Giner, director técnico de la FEDME.

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Doping en los deportes de aventura
Doping en los deportes de aventura

Lluís Giner es el director técnico de la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada) desde hace más de una década y, por ende, el máximo responsable en la lucha contra el doping en la amplia gama de deportes tutelados por dicha federación: escalada, esquí de montaña, carreras por montaña, escalada en hielo…

Repasamos con él de forma exhaustiva la prevención de este tipo de prácticas en dichos deportes en nuestro país.

La historia

“El antidoping forma parte de la política deportiva a nivel estatal y tiene un largo recorrido, especialmente en las federaciones olímpicas”, introduce Giner, quien detalla que “en la FEDME, todo empieza en 1999, con una circular que se recibió de la Comisión Nacional Anti Doping (CNAD), con la obligatoriedad de implantar controles a partir de entonces”. Lluís Giner se implicó directamente en la nueva atribución de la FEDME, viajando de Barcelona a Madrid para ser instruido en la cuestión.

Ese mismo año se empiezan a aplicar los controles antidoping en las competiciones de esquí de montaña y escalada, y el programa no deja de crecer con los años. En 2001, empiezan las competiciones de carreras por montaña, ya con controles antidoping desde el primer día.

Los protocolos de actuación experimentan un endurecimiento a partir de 2004, a raíz del escándalo por el positivo del esquiador de fondo Johann Mühlegg en las Olimpiadas de invierno de Salt Lake City (Estados Unidos) de dos años antes.

Las nuevas directrices se orientaban hacia los controles fuera de competición, algo que hasta entonces se realizaba a una escala muy reducida (la CNAD mandaba un número determinado de controles al año fuera de competición, de forma secreta y a un número de deportistas reducido). A partir de ese momento, todos los deportistas en categoría senior inscritos para Campeonatos de Europa o Campeonatos del Mundo de cualquier deporte debían pasar un control antidoping preventivo previo a dicha competición.

También a partir de 2004, se instauran de forma sistemática los controles para todos los deportistas que suben al pódium en los Campeonatos de España, así como otros controles aleatorios.

Situación actual

Actualmente, la FEDME realiza entre 50 y 60 controles al año, ya sean los citados controles en competición (a los pódiums y a otros deportistas al azar), los controles fuera de competición previos a compromisos internacionales (entre 40 y 20 días antes) y los controles en pruebas internacionales organizadas en territorio español (según los criterios de la federación internacional correspondiente, ya sea la IFSC de escalada, la ISMF de esquí de montaña, la IFS de carreras por montaña o, llegado el caso, la UIAA para la escalada en hielo.

“La tendencia se dirige más hacia los controles fuera de competición, que se han demostrado más efectivos”, señala Lluís Giner, quien calcula que para el año 2011 “tenemos una previsión de unos 60 controles, 50 de ellos para pruebas FEDME y 10 más para pruebas internacionales organizadas por la FEDME)”.

Protocolo de los controles

Pero, ¿cuál es el protocolo para los controles antidoping? ¿Qué pasos sigue la federación para llevarlos a cabo correctamente? ¿Quién los efectúa y cómo? ¿Son fiables y estrictos?

El director técnico de la FEDME recalca que el médico oficial de la federación, el doctor Xavier Sant, no puede hacer los controles, sino que se debe recurrir a contratar médicos externos al ente federativo, que estén debidamente acreditados para este procedimiento: “en función del lugar donde se lleven a cabo las competiciones, contactamos con un médico u otro”.

Sin embargo, la FEDME debe velar por un sinfín de detalles para que los controles tengan la oficialidad exigida: “debemos utilizar un material homologado determinado, cumplimentar la documentación específica editada por el CSD (Centro Superior de Deportes), disponer de un espacio privado de uso exclusivo, limpio, con mesa, sillas y bebida y cerrado bajo llave para realizar los controles…”

Para que un control sea fiable, el deportista que lo tiene que pasar después de una competición, debe ser acompañado por la figura conocida popularmente como guardaespaldas desde que termina de competir hasta que efectúa el control.

“Hasta ahora, el deportista recibía una notificación oficial cuando terminaba de competir y tenía una hora para pasar el control –siempre acompañado por el guardaespaldas-“, explica Giner, quien precisa que ha habido un cambio en este sentido de cara a 2011: “a partir de ahora, con la nueva normativa, los deportistas tendrán que acudir al control antidoping inmediatamente después de terminar de competir, con la única excepción de que la entrega de premios se realice en ese momento”.

El deportista que se tiene que someter a un control antidoping, se presenta ante el médico y es acompañado por este –o por un ayudante del sexo opuesto al del médico, en función del sexo del deportista-, que debe comprobar físicamente que el deportista orina en el bote homologado. Esas muestras son selladas y enviadas al laboratorio de Madrid, “que es uno de los mejor preparados de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje)”, precisa Giner.

«Con la nueva normativa, los deportistas tendrán que acudir al control antidoping inmediatamente después de terminar de competir.»

El balance

Lluís Giner lo tiene claro, y no duda cuando afirma que “la gente no se dopa en los deportes de montaña”. El director técnico de la FEDME asegura que en más de diez años de controles, “no ha habido ni un solo positivo por sustancias orientadas a mejorar el rendimiento; estamos muy lejos de las noticias que aparecen en los medios de comunicación referentes a otras disciplinas deportivas”.

Sin embargo, Giner también admite que en el ámbito de los deportes de montaña no se realizan controles periódicos de sangre, sino solamente de orina, lo que puede dificultad la detección de determinadas sustancias dopantes o de presuntas transfusiones con sangre enriquecida.

“Los únicos positivos que hemos vivido en nuestro deporte proceden del desconocimiento o la falta de información de los deportistas”, señala Giner, quien recuerda “tres positivos por cannabis en el mundo de la escalada al principio de la aplicación de los controles, y otro unos años después por consumo de cocaína; en carreras por montaña, hubo también un positivo por el uso erróneo de un medicamento: una crema para disminuir el dolor”. Sólo el caso del positivo por cocaína derivó en una suspensión de dos años.

El director técnico de la FEDME advierte, en este sentido, que los deportistas deben informarse bien acerca de los medicamentos permitidos, y utilizar el formulario de Autorización Terapéutica de Uso (AUT), disponible por Internet, para informar a las autoridades competentes acerca de las sustancias administradas por prescripción médica.

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