Comienza la temporada de Carreras por Montaña, marchas campestres o, sencillamente, los entrenamientos en espacio rural. Aquí te recordamos todo lo que necesitas, además de ganas y fuerzas para correr.
Sin duda hoy día los materiales, y en general, la equipación del corredor ha mejorado mucho, en ligereza, transpiración y secado, y nuestras zapatillas también (son menos pesadas, se acoplan mejor y absorben mejor los impactos). Quizá esa cantidad de nuevos productos que no paran de salir nos vuelven un poco exigentes a la hora de intentar encontrar confort y eficacia al correr.
Si hablamos de correr por montaña, la cosa tiende a ser más compleja, pues sobre todo las personas que se inician a correr por este medio se sienten al principio inseguras, y realizar su ejercicio por el monte tiende a tener un alto grado de compromiso. Esto se refleja en inseguridad y por tanto (es muy normal y todos hemos pasado por ello) en buscar una equipación segura, y por tanto, lo más completa posible para no dar pie a imprevistos.
Después, y a medida que te familiarizas con el medio, tiendes a ser más económico (y no hablo de dinero) y prescindes de cosas que antes eran imprescindibles para ti (has adquirido recursos).
A continuación vamos a enumerar algunos de los materiales y componentes que, desde nuestro punto de vista, llevaría esa persona que se inicia en los entrenamientos por montaña:
Zapatillas técnicas: Existe un gran abanico en el mercado. Más ligeras, más pesadas y reforzadas, más duras o más blandas, según el tacto que quieras tener, de caña más alta por seguridad de tú tobillo. Desde luego, es una herramienta muy personal de cada corredor y mediante la cual se contacta o no con la montaña.
Prendas técnicas (para vestir): No vamos a detenernos mucho en este punto, pues ya sabéis de sobra que a día de hoy el mercado cubre todas las necesidades que el runner le plantea. Son ligeras, se secan rápido (si es que se humedecen), las hay que nos protegen del frío, del viento y de la lluvia, sin perder transpirabilidad, etc.
Lo que si que es importante y básico, es el recibir y buscar un buen asesoramiento a la hora de elegir la prenda adecuada, para que realice la función óptima, según nuestras necesidades y la época del año en la que estemos. Realmente hablamos de personalizar las prendas.
Riñonera y/o Camel Bak: Fundamental en los recorridos más largos, si no hay fuentes y si hace calor. En cuanto a las riñoneras, las hay muy ligeras y ergonómicas (perfectas para llevar lo justo) y también más grandes (porta 2 botellines) para las personas del “por si acaso”. Por cierto, puede caberte hasta el “bocata”. El Camel Bak tiene también sus adeptos y sus detractores. Hay personas que lo pueden considerar pesado, irritante (porque la espalda suda más de la cuenta) y nunca tan ajustable como una buena riñonera. La verdad es que si vas a realizar un entreno largo sin saber si dispones o no de agua, llévatelo…más vale que sobre que no que falta.
Líquido (agua o bebida isotónica): Según duración y condiciones de calor o humedad, habrá que llenar el botellín o el Camel Bak de algo ¿no?
Alimento: Nunca está de más llevarte una barritas de cereales o fruta, geles o incluso algo más sólido como por ejemplo turrón si es que el paseito va a ser largo.
Gorra: Esta prenda nos puede salvar de una insolación (si hace bastante sol) y, además, si llueve, nos va a permitir que corramos sin que nos moleste en agua en ojos y cara. Hoy día, las hay muy ligeras y transpirables. Tal vez sea preferible que sea blanca (para que no chupe sol).
Gafas de sol: Son fundamentales para personas sensibles a la luz solar que no son nadie si no las llevan y recomendables en montaña para el resto. Recomendamos que al menos lleven protección contra los rayos UV (ultra violeta).
Gorro y guantes: Son prendas básicas en los entrenamientos invernales con frío. Puedes estar corriendo a -5ºC que si llevas las manos y la cabeza caliente, puedes ir incluso con pantalón y manga corta.
Buff: Que podemos decir de la prenda multiusos.La podemos usar en la cabeza (para que nos dé calor o para protegernos de él), es un perfecto secador del sudor, tanto si lo llevamos en el antebrazo como si nos lo colocamos alrededor de la cabeza para que el sudor no pase a la frente. Seguro que si pensamos más, le damos alguna otra utilidad.
Frontal: Si no podemos garantizar que vayamos a terminar el recorrido con luz solar, es conveniente llevarlo. Además los hay que pesan menos de 200 g y alumbran pero que muy bien. Hay veces que, gracias a él, muchas personas pueden entrenar por la montaña entre semana y al salir de trabajar, ¡¡todo un chollo!!
Teléfono móvil: Lo consideramos útil, y en algunos casos (sobre todo cuando realizamos sesiones en solitario) vital, pues tanto si conocemos el circuito como si no, deberíamos llevar el aparatito. Nunca sabemos si lo necesitaremos en una situación de emergencia.
Creemos que si tenemos en cuenta lo expuesto, estaremos en mejores condiciones para gozar de una buena jornada de entrenamiento y no dar pie a ningún imprevisto.
Adaptación del artículo original de El Clin.
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